Por: Freddy Matos/Domicanoshoy
Tailandia se considera el país en el mundo donde
más hombres recurren al sexo por paga. En Europa esa posición la encabeza
España. Aunque se considera alto el número de hombres que frecuentan los
diversos lugares en busca de una trabajadora sexual, no se tienen datos
precisos sobre esa realidad social.
Sin embargo, un sondeo realizado por
Dominicanoshoy.com comprobó que el 35% de los hombres dominicanos acude o ha
acudido a buscar satisfacciones sexuales a cambio de una remuneración
económica.
Entidades como Salud Pública, Dirección General de
Control de las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (DGESI), Centro de
Orientación e Investigación Integral(COIN), Movimiento de Mujeres Unidas
(MODEMU), Consejo Presidencial del Sida (COPRESIDA), entre otras
consultadas, ofrecen programas de prevención de enfermedades
sexuales tanto a hombres como a mujeres que comercializan con el sexo. Sin
embargo, no cuentan con registros sobre los hombres y mujeres que acuden a este
servicio, puesto que ello implicaría intimar con ellos para conocer con
quiénes, bajo qué condiciones y dónde tiene estas relaciones.
“Nosotros estamos aquí para aconsejar a cualquier
persona que venga por una orientación sexual. Nos limitamos a facilitar
asistencia explicándoles las medidas de prevención que deben asimilar a la hora
de ejercer sus actividades. No nos interesamos con qué fin ejercen el sexo, ni
dónde; tampoco si es por placer o necesidad, porque ya eso es un asunto muy
personal de cada quien”, explicó una orientadora de hombres y mujeres
involucrados.
Los estereotipos, prejuicios o taras culturales
impiden que un dominicano confiese que en alguna etapa de su vida haya buscado
los servicios de una trabajadora sexuales para satisfacer esa necesidad
fisiológica o de placer. Durante un sondeo realizado por este
multimedios, se pudo comprobar que sólo el 35% de los hombres
consultados buscó en alguna etapa de su vida servicios sexuales por paga; el
60% dijo que dichas relaciones la practican o han practicado con novias o
amigas íntimas y el 5% consigue el sexo virtual a través de la red
de Internet.
Sexo y Sida
Según datos de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), en el mundo hay más de 40 millones de personas con el Síndrome de
Inmunodeficiencia adquirida (SIDA), siendo el sexo por paga la principal
fuente de contaminación. Los datos indican que hasta la fecha la
enfermedad ha cobrado unos 25 millones de vidas.
El organismo internacional prevé que al menos 74
millones de personas, en especial de las zonas pobres del mundo, podrían estar
muertas para el 2015 por causas relacionadas con la enfermedad, si los
gobiernos no cumplen con sus promesas de combatir esta pandemia.
Los últimos informes de COPRESIDA revelan que en la
República Dominicana existe entre 50 y 80 mil (del 0.7 al 1% del total de la
población) personas infectadas con el virus del Sida; pero de ellas poco más de
30 mil han sido captados por las autoridades sanitarias, el resto de los
afectados vive con la enfermedad sin saberlo. Los grupos humanos más
vulnerables son las trabajadoras sexuales, homosexuales, prisioneros, residentes
en bateyes y travestis.
Sexo por Internet
Unas de las vías más frecuentadas por los hombres a
la hora de buscar satisfacer sus deseos sexuales es la red de Internet, donde
se pueden observar anuncios como: “busco chica que esté interesada en tener
sexo por dinero. Interesadas enviarme cuánto pide; busco una mujer
preferiblemente madura, que quiera un hombre caliente, bien dotado; soy de
carácter humilde y sencillo, profesional e independiente económicamente.
“Busco una mujer que le guste el sexo; busco
chica delgadita y linda para sexo por primera vez; ejecutivo de 37 años busca
chica de mamas grandes; busco mujer de Santiago para relaciones y
americano busca chica para salir y hacer cositas ricas”, entre otros.
Un mecanismo frecuente en la red es la famosa
webcam, la cual permite al usuario sostener relaciones sexuales “virtuales” on
line (en directo) con alguien que en el momento esté conectado desde cualquier
parte del mundo. Unas demandas similares suelen tener las mujeres que ofrecen
servicios sexuales a través de teléfonos móviles. El método consiste en que el
interesado marca un código prepago para tener acceso a chicas que con voces
sensuales les ofrecen desde instrucciones para un masaje erótico hasta una
“descarga” o eyaculación, “por unos cuantos pesitos”.
Otro método que los hombres dominicanos utilizan
para buscar sexo por paga eran los servicios de las famosas “chicas beepers”,
mediante el cual ubican una mujer atractiva, le piden el número de teléfono
y la citan en determinado lugar para tener relaciones sexuales a cambio
de una paga.
Lugares de sexo por paga más concurridos
Dentro de los lugares más frecuentados en la
capital dominicana están: las avenidas España, Ecológica, Duarte, Venezuela ,
George Washington (Malecón), y la autopista de San Isidro (zonas de las
cabañas), así como el Centro de los Héroes o (Bolita del Mundo) y los
cafés bares El Mamaya, Casa Rosada, VIP y Félix
Caché. Otros lugares son las zonas turísticas aledañas a Santo Domingo, como La
Caleta, Boca Chica, Juan Dolio y del interior, como Samaná, Puerto Plata,
Las Terrenas, La Romana, Bávaro y Verón.
Turismo Sexual
La República Dominicana suele venderse en el
extranjero como un paraíso sexual. Son frecuentes los anuncios de empresas
turoperadoras con paquetes que ofrecen a los turistas servicios de sexo. Lo
lamentable es que aparecen tanto con mujeres, homosexuales y menores. Las
poblaciones de los países más afectados por este delito infantil, casi en su
totalidad, atraviesan precariedades, como es el caso de República Dominicana.
Para muchos, ese tipo de turismo sexual puede no
implicar prostitución, ya que algunos hombres consideran una especie de deporte
elegir a turistas extranjeras que viajan al país en busca de sexo, que no
practican en sus países de origen.
De todas formas habría que considerar que las
féminas pueden compensar a los hombres con regalos como ropa, viajes u otros
obsequios, de modo que existen algunos que toman ventaja de esto, acción que en
definitiva debe ser considerada como prostitución.
En el caso del turismo sexual femenino, se tiende a
pensar que los hombres prostituidos (sanky panky), son aprovechadores,
vividores que prácticamente explotan a las turistas para sacarles dinero y no
son vistos como las personas explotadas o en desventaja como se les ve a las
mujeres.
Se cree que los machos únicamente buscan
diversión y encuentros sexuales, para mantener relaciones con extranjeras como
un pasatiempo y tratan de ocultar la motivación económica que existe.
Zona Rosa o de tolerancia
El auge que en los últimos años ha tenido la
prostitución motivó a la diputada perredeísta por San José de Ocoa, Esther
Minyetti, someter al Congreso un anteproyecto de ley que
busca crear una Zona Rosa o de tolerancia, con el objetivo de frenar el
aumento de esta práctica en lugares cercanos a monumentos históricos y
culturales del país.
La propuesta contempla poner controles en calles
aledañas que tienen un historial de grandes hazañas y donde diariamente
se colocan mujeres para ofrecer sus servicios. Plantea que las
trabajadoras sexuales deberán portar una tarjeta emitida por el Ministerio de
Salud Pública, donde se indique su estado de salud.
El proyecto también compromete a las instituciones
estatales a establecer políticas que propicien su reinserción al plano laboral
y social y sugiere al Estado asumir la responsabilidad de construir casas
o destinar lugares apropiados para alojarlas, al tiempo que garantice su
salud y seguridad personal.
La legisladora plantea que las trabajadoras
sexuales que no se acojan a las normas serán sancionadas con multas que no
excederán a dos salarios mínimos.
Voces contrarias
No se hicieron esperar las voces disidentes en
torno al proyecto de ley, como el Centro de Orientación e Investigación
Integral (COIN), el cual entiende que no es viable en República Dominicana,
porque es discriminatorio y violatorio a los derechos humanos, al tiempo
que limita el libre tránsito de los grupos que ofertan el servicio de sexo por
paga.
El COIN alega que la mayoría de las mujeres que
ejercen el trabajo sexual y/o sexo transaccional, son jóvenes entre 15 y 25
años, en su mayoría madres solteras con 2 o 3 hijos (más del 70% según la
investigación), que tienen historia de maltrato físico, verbal y otras
formas de violencia intrafamiliar.
Indica el organismo que el objetivo de ejercer el
trabajo sexual es para mantener económicamente a hijos, padres y otros
familiares: “es decir no ejercen el trabajo por placer, por gusto, sino
por una situación de desigualdad social, de pobreza extrema y de bajo nivel
educativo que se refleja en la ausencia de una preparación técnico- laboral”.
La entidad de asistencia a trabajadoras sexuales
destaca que el trabajo sexual existe porque hay una gran demanda y que
los clientes en su mayoría son funcionarios, gerentes de empresas,
turistas y empleados privados etc., “para los cuales no hay leyes y son
los que generan situaciones de maltratos y abuso hacia éstas”.
Estadísticas
Los informes del COI revelan que más de 20
mil mujeres ejercen el trabajo sexual en el Distrito Nacional y otras
provincias del país, mientras unas 50 mil lo hacen en el extranjero. Añade
que estas trabajadoras están expuestas por parte de los clientes al uso de
drogas, alcohol, contagio de infecciones de trasmisión sexual, violencia y
ruido.
Aclara que al menos un 50% de ellas ha utilizado
marihuana, crack y otras drogas por incitación de los clientes.
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